Añadamos, por qué no?, algunos apuntes más de indumentaria. Del vestido de la diva, hay que destacar el enorme ajamonamiento de las mangas, que subrayaban su largo cuello, y el escote asimétrico (como si fuera de Desigual) por el que rebosaban unas carnes ya no jóvenes. El largo collar de cuentas negras se lo puso al revés, ceñido a la nuez en vez de a la nuca y colgando por el lomo en vez por el frente. Nervios? Es quizás el uso de Kansas? Sin duda, va al mismo peluquero que Sellars. ... Son correctos o no los calcetines rojos con traje de etiqueta en el varón? Sí, lo son, ... Bueno, basta!
DiDonato, que gustó mucho al público, en mi opinión, y, por lo que veo, en la de otros, estuvo muy mal. Su único atractivo fue una voz grande, algo ya raro y, por lo tanto, más llamativo. Imagino que en Pamplona estuvo mejor. Peor no era fácil. No intentaré detallar las abundantes fealdades, tarea que me sobrepasa. De Spinoza tomo lo de afinación rebuscada, rebuscada pero sin ton ni son, sin resultados. Parecía intentar una interpretación deslumbrante y novedosísima,
Alcina como nunca se ha cantado, desorganizándolo todo. Mucha variedad de sonidos, pero bellos, uno de cada diez. Las preciosas arias quedaron irreconocibles en muchos pasajes. Se embala. Canta más rápido de lo escrito y, al parecer, sin haberlo ensayado, porque se veía a la orquesta acelerar para seguirla.
Sobre los demás en cambio, soy menos negativo que el resto. Más o menos todos más comunicativos de lo habitual (me refiero a la voz, no a los gestos, que estuvieron en la patética línea habitual de las versiones en concierto). Percibí cuidado y esmero, no sólo las enormes deficiencias. No entraré en detalles pero aún estando bastante mal, me parecieron superiores a lo habitual (en barroco). Sobre todo como conjunto: como grupo, el todo era más que la suma de las partes, se armonizaban bien.
Las trompas monísimas. Qué problema les vio, Quint? Líquidas y frágiles como debe de ser, mejor la de ella, la solista (como se vio porque fue su compañero el que cambió a la pandereta en el último, breve y delicioso número final).
Muy bien Bicket, feo como debe serlo un inglés, y muy bien The English Concert, uno de esos grupos del 'Norte' compuesto en su mayor parte por señoras con aspecto de venir de preparar un pastel de ruibarbo y que sin embargo tocan como los ángeles. Interpretación tersa, sólida y sin añadirle acentos. Gloriosamente falta de excitantes si se quiere, lo contrario a un Currentzis (da igual una cosa que otra si se hace con consistencia y gusto). Timbre exquisito. El desajuste con DiDonato creo que fue culpa sólo de la kansasence.
Alcina está muy valorada y con motivo. Creo que hay dos cosas que la hacen especial. La primera es que siendo una más de las óperas de Hándel, al fin y al cabo no tan distintas unas de otras, todo está un poco mejor: el canto, la orquesta, el diálogo en recitativo. La segunda es lo que tiene de particular: el rol titular. Muchos papeles de Händel tienen una aria estupenda, pero Alcina tiene al menos tres más un recitativo tremendo. Eso no se vuelve a dar, me parece a mí, en toda la obra del gran italoangloteutón. Es natural que sea la pieza que haya atraído más a las escasas grandes que se han puesto con Händel.
Cuestión distinta es si Alcina, y el resto de las óperas de Händel, las de Vivaldi y todo el barroco pleno, son óperas. Si atendemos a las arias, sí: son teatrales y densas. Pero no nos olvidemos: todas de cuatro versos. El libretto completo debe ser más corto que el de algunos soliloquios del de Leipzig. Si miramos el conjunto, la estructura general, ... Duo en recitativo y aria da capo
ad nauseam. Qué indiferencia por pintar personajes (cómo se sabe en la pareja amorosa quién es el hombre y quién la mujer? Por el canto, no hay manera)! Qué desgana por pintar la historia! Recordemos que en el tercer acto aparece un león en escena. La orquesta lo indica? En absoluto, ni se despeina. Con Purcell hubiera estado claro. Al final, todo el escenario debe llenarse de piedras, árboles y animales que se transforman en hombres y cantan el último coro. Ese portento se indica de alguna manera? Para nada, el típico coro final es lo que se oye.
Pero dejemos que sean lo que sean, dan igual las taxonomías. El hecho es que son música deliciosa. Y sin orquestación, como hemos aprendido recientemente! Aquí y allá uno levita. Justificadísimas las sonrisas del respetable (si atendieron más a la obra que a su interpretación, opción legítima que, en esta época, facilita la satisfacción), que no llegó a llenar la sala.
Carl Tunner escribió:
La única agilidad resuelta fue la de Christine Rice como demostró en la muy poblemàtica "vorrei vendicarmi". Pena la modestia alarmante del material.
Sí, el mejor momento, yo diría. Anoche, también el
È gelosia estuvo bien, pero no tanto.