Volstagg escribió:
La variación dramatúrgica es que por fin dejaban recitar parte de su papel a los solistas y la sensación de teatro fué mucho más lograda. El actor Juanma Cifuentes aportó gracia y ambientillo, pero era un personaje más (inventado para la ocasión) no el narrador omnisciente de las otras funciones.
La música fue la más descaradamente italiana y belcantista con hermosos dúos, coros de cotilleo, cuartetos, dos preciosas romanzas de los protagonistas y un curioso trio de tenor-barítono-bajo. Tal vez en cuanto a calidad musical me gustó más "el diablo en el poder" pero reconozco que esta representación ha resultado la más entretenida y completa de las tres. Por la lógica de la acción (que la opera y la zarzuela son teatro, y la palabra estará antes o después de la música... pero está) y porque el reparto ha sido el más homogéneo y brillante de todos.
Para mí la mayor sorpresa ha sido Mónica Campaña en una juvenil y delicada Leonor. El tenor Atxalandanbaso fue merecidamente braveado en su romanza y los dos en el duo conjunto.
Sonia de Munck empezó con problemas, que casi desaparecieron pero resultó la más irregular, capaz de lo mejor y lo menos bueno de la función. Un espanto su "disfraz???" de hechicera. Parecia Wilma de los Picapiedra.
Las dos voces graves masculinas ( San martín y Latorre) empastaron bien en los concertantes y dieron vitalidad escénica a sus personajes sobre todo San martín que probablemente fuera el mejor actor.
Como siempre mayores intervenciones y mejor cantadas las del coro de hombres que el de mujeres. En esta función todo han sido murmuraciones y un coro de cazadores. No era una música especialmente refinada, ni interesante pero si teatral.
La orquesta fue el día que menos me convenció. No es que tocara mal o desajustara... pero pasó casi como fondo, de puntillas.
Podría firmar esta crónica. Totalmente de acuerdo.
A destacar las voces de Mikeldi y el descubrimiento de Mónica Campaña -a tener en cuenta- y la puesta en escena. Pero en cambio, la Orquesta, que últimamnete me gustaba como sonaba, me defraudó no estando a la altura de la partirura de Arrieta. No sonó muy fina la cuerda
Lo negativo, la ausencia del público, que llenaba La del manojo y huía de la trilogía de los fundadores. Mal, muy mal.