Os voy a contar una pequeña historia:
Domingo por la tarde, estamos al final de la función, el público delira..... Acaba de terminar el Elissir d´amore, Villazón ha tenido un buen debut liceístico, con bis de la Furtiva Lagrima incluido...
He visto la obra desde la segunda fila del cuarto piso, y bajo a la primera para aplaudir a los cantantes. Mientras los bravos se suceden hago sitio a una señora que parece extranjera, y ella me sonríe.
- ¡Ha estado bien! – le digo.
Ella me responde en Francés:
-¡Muy bien! ¡He venido expresamente de Francia para oír a este tenor!
La conversación sigue hasta que ella me comenta:
- Por cierto que mi entrada no era para hoy, en el teatro se equivocaron, la entrada que yo he pagado es para de aquí a tres días, ¿quieres aprovecharla tú?
Mmmm... estaría bien repetir....pienso yo... más que bien...
Mi entrada era de segundo piso, - continua la señora - mucho mejor que esta, y me da su nombre, su dirección y su mail (todo en una tarjeta) para que intente conseguirla.
El lunes por la mañana llamo a la taquilla y explico toda la historia, solo tengo el nombre y el mail de mi amiga (una persona que te regala una entrada así como así ya puede considerarse una amiga) y me buscan la entrada a su nombre, pero nada, no aparece, y además amablemente me indican que nombre no es igual a entrada, que necesitan una autorización de la persona titular de la entrada y una fotocopia de su DNI o , aún más difícil, ¡su número de tarjeta de crédito! ¿Cómo voy a pedirle eso?
El martes le envío un mail a mi amiga, explicándole todo, y dejándole muy claro que no pretendo pedirle nada de todo esto y que otra vez será..... y mi amiga monta en cólera,
no solo se equivocaron con el día, también con el nombre, y les envía una autorización y la fotocopia de su carnet de identidad... y así fue como conseguí volver a ver a Villazón.
Ella ese día consiguió entrar gracias a un chico joven que le regaló una entrada en la misma puerta del Liceu....... y ahora lo estamos buscando, ¿Es alguno de vosotros?