escuchada la función completa antes de comer, el único momento "movidito" fueron unos abucheos, seguidos de intercambio de improperios (se escapa un "vergogna" por ahí) en la salida de Wellber al comienzo del tercer acto.
desde luego, no será una Aida recordada en los anales de la historia, pero es de las mejores veces que he escuchado a Jorge de León. arrastra alguna de sus taras ya conocidas, con una dudosa afinación y voz algo oscilante en el centro, y un mejorable fraseo. pero la voz sigue siendo un cañón, brillando por arriba y modulándola con cierto gusto. la evolución positiva en su canto es innegable. veremos hasta dónde puede llegar.
el resto... pues mejorable. la Cornetti no me ha parecido el horror pronosticado, aunque no suena demasiado a mezzo. sobre Dyka ya me pronuncié. tiene un problema interpretativo (es gélida como una fábrica de helados) y le falta un punto de variedad en su canto. del mezzo-forte no se baja, y eso en un papel bombón como Aida, pues se nota. Dobber ha ladrado correctamente, y Prestia en su aceptable nivel habitual.
luego lo de Wellber. no sé cómo sonaría la orquesta en el propio teatro, pero no me parece que sea de abucheo. combina unos tempi generalmente lentos, con unos accelerandos sospechosos al final de las escenas. en fin, no hay nada rechinante en su dirección.

Vaquero, no se deje engatusar por ciertos comentarios fanáticos, que me imagino de dónde le procede la información. Echaré un oído a la grabación, ya que el reparto me parecía un improperio enorme.

Sí me gustaría decir una cosa. Señores, estamos hablando de Aida, una ópera que no la canta cualquiera y de los cantantes que se han ofertado. De tercera regional. Ya sabemos que cantar Verdi en condiciones es jodido, pero hay algunos señores que podrían enseñarles algunos apuntes a los que están ahora mismo por Milán.

A Rupert de Hentzau, decirle que Omer Wellber, escuchado en la misma obra en Valencia, es un tío todo lo contrario a Maazel. De tempos acelerados, pero al mismo tiempo destensionados. No se gusta, no conecta, simplemente mete a fondo y se echa para adelante. Muchos ya hablábamos de él y dudábamos de su nivel en otro lugar. Su debut con la Tosca scaligera confirmó su mal hacer.

Cornetti pita y poco más. D'Intino, merecedorá de un primer cast (con sus problemas, aunque bastante menores), se queda rebajada a un segundo. Dyka, una cantante honrada, con volumen y presencia, incapaz de ligar en la franja baja. Zanelatto, malo, malo (algunos le recordamos de aquel Tell) y Prestia, muy superior, al segundo reparto. Los barítonos, Maestri y Dobber, de lo peor que se puede reunir para un Amonasro y los tenores, aceptables.

Está muy bien despotricar siempre contra los blogueros de la "grissi", pero siempre preferiré un mínimo de criterio (aunque a veces exagerado) al conformismo.

A Wellber le he visto Onegin en Valencia y Rigoletto en Viena y no me gustó nada. Efectista, caprichoso en los tempi, escasamente colaborador con los cantantes y con muchos problemas en la concertación.

Es difícilmente admisible que sin bagaje alguno y porque le enchufe Barenboim, dirija en toda una Scala dos títulos tan emblemáticos del repertorio italiano como Tosca y Aida.

Leída la crónica del Blog de la Grisi y conociendo a los cantantes que han intervenido a esa Aida, clavan los defectos de Dyka y De León, pero no reconocen ninguna de sus virtudes. Decir que el canario es un Des Grieux con presencia de Nemorino resulta excesivo y más en el panorma tenoril actual. Es más que un Des Grieux. Es un lírico pleno que no me puedo creer que no emitiera sonidos con squillo.

Certeros también en cuanto a Cornetti (brillante arriba, pero una primera octava inaudible-es una soprano nítida) y en cuanto a Wellber.

Sigo diciendo que en la situación actual de la lírica, los de la Grisi son absolutamente necesarios, por más que se puedan pasar en algunos momentos, tener sus fobias y filias particulares y no compartir muchas veces sus puntos de vista. Alguién tendrá que reivindicar las esencias del canto y la ópera, aunque sea predicar en el desierto. La autocomplacencia, decir que estamos como nunca y que todo lo que se vé es "macanudo", desde luego, no llevará al fin de esta decadencia, sino más bien, al abismo irrecuperable.

Es igual que el 7 dela Plaza de toros de Las Ventas de Madrid, muchas veces innecesariamente crueles, otras equivocados y pasándose de la raya, pero totalmente necesarios para mantener el nivel de exigencia de la primera plaza del mundo. El mismo nivel de exigencia que deber tener el Teatro alla Scala di Milano.

Que es el primer teatro de ópera del mundo, según da a entender la frase de Don Tunner…

No, lo da a entender la historia y la tradición ante la que, incluso el gran Tunner, debe reclinarse.

En efecto, esas frases denotan mala fe, o, como mínimo, exceso de celo. Por otro lado, teniendo en cuenta lo dócil y pastueña que es casi toda la crítica actual, leer de vez en cuando a los Grisi es tonificante, por muy enfurruñados que estén siempre. Tampoco matan a nadie.

Pregunto, sin haber escuchado el audio de la Scala ¿soy el único que piensa que Radamés, Don José, Calaf y otras cosas que está cantando o va a cantar De León son un poco demasiado para la naturaleza de su voz, y que su límite actual debería ser Mario Cavaradossi? Es que es un asunto al que le llevo dando vueltas un par de días y parece que soy el único ser del planeta que piensa así, entonces no sé, a lo mejor me estoy equivocando de pleno...

Yo no creo que esos papeles no sean para él.

Está claro que su voz ha evolucionado desde los Chénier. Para bien y para mal. Cuándo cantó la ópera de Giordano, la voz era un diamante en bruto. La voz poseía una afinación muy dudosa, numerosos golpes de glotis y la tosquedad era palpable. Pero cuando metía un agudo, se expandía por el teatro con mucho metal y brillantez. Era en centro y grave donde la voz era prácticamente inexistente.

Ahora, dos años después, la voz ha aumentado de calidad en esas franjas, sobre todo en la tesitura central, ocasionándole pérdida de brillantez en el tercio superior (aunque aún con sonidos percutientes), a favor de mayor homogeneidad en los registros y una mayor línea de canto, que le permite modular en parte la voz caudalosa que posee. Así por ejemplo, le escuché un Don José en la línea del Chénier y otro en la línea de su Cavaradossi.

No obstante, escuchado su Radamés de la Scala (que ya me había gustado muchísimo en Valencia), me ha parecido cuanto mínimo, deficiente. Más aún para el teatro scaligero.

A mi este hilo me sigue confundiendo. Creo que seria bueno actualizar el titulo del hilo cada vez que se introduce una nueva crónica. de otro modo a veces no queda muy claro a que crónica va referida una opinión. Disculpen la insistencia, pero no se si a otras personas les ocurre lo mismo.

De León camina sin frenos hacia una crisis vocal: tantas funciones de Cavaradossi, Don José y Radamés, y este año va a sumar Calaf y Manrico... Sin la resistencia física de un Domingo o sin el instrumento de un del Monaco o de un Corelli... acabara quedándose demasiado pronto... Ojalá me equivoque...

Y Rodrigue, .

Yo no sé cuantas veces le habrá escuchado usted en directo. Me imagino que una, dos a lo sumo. Las grabaciones nunca le han favorecido.

Los que llevamos escuchándole un tiempo y varios papeles, le podemos decir que la mejoría está ahí. Dentro de lo que cabe en un tío de 40 años con dos o tres cantando papeles relevantes. Cosa distinta es presentarse en la Scala con Radamés. Nunca diremos que es un cantante excepcional, de categoría históricas e hipermegafabuloso y al menos yo, siempre seré crítico, para bien y para mal. No me gusta eso de que a los cantantes admirados se les trate como una especie de "mito" y se les ponga en un altar, ante cualquier reto que asuma.

Sin embargo, dista mucho la falta de técnica, de las quemaduras de las que Vd habla.

Sigo sin haber escuchado estas funciones (¿tal vez alguien tenga algún enlace?) pero ayer mismo, un amigo italiano que es, como nosotros, joven pero con criterio, me lo ha puesto de vuelta y media, y me ha dicho que no entiende cómo puede cantar así, no ya en la Scala si no en cualquier teatro. Y no es un Grisi, sino que es un tío con conocimiento, con muchas funciones en teatro y que sabe lo que dice.
Sobre que De León está corriendo y se va a quemar, como anticipa acertadamente Spinoza, a mí también me preocupa, pero creo que es su agente quien debería de planificar sus compromisos con más cuidado en vez de cegarse ante una voz que es un diamante en bruto. Que por cierto, si De León se quema, Dios no lo quiera porque se le ve un buen tío y el material impresionante está ahí, ya no sería el primer buen cantante de su agencia caído en crisis vocal seria antes de tiempo. Y lo del otro también empezó por cantar lo que no debía antes de tiempo.

Hay falta de técnica y hay precipitación. Del mismo modo que hay una materia prima de primera y buenas intenciones. Doy por hechas las mejoras año a año, sería lo suyo. Pero me sigue pareciendo mucha tela meterse en el pecho tanto Radamés, Calaf, Manrico... Son roles muy pesados para una técnica que no esta depurada y para un canto que sigue siendo muy muscular.

Lo de su agente no lo quería mencionar, pero también lo pienso...

Pues no veo por qué no vamos a mencionarlo cuando es un dato relevante. A ese representante los cantantes no le duran más de 10 años en buen estado vocal. Ha tenido a grandes cantantes españoles y hay varios casos (pienso ahora en otro tenor, rubio para más señas) que tocaron la cima y ahora ni se sabe dónde están. De hecho, la única que ahí sigue, es una señora que ya no trabaja con él, y a la que aprecio mucho como cantante y como persona.

Hombre, si queremos aportar datos, se los doy desde el Chénier:

3 funciones de Andrea Chénier en febrero del 2010
3 funciones de Cavalleria en abril del 2010
2 funciones de Carmen en junio del 2010
2 funciones de Butterfly en octubre del 2010
9 funciones de Aida repartidas en dos meses, noviembre y diciembre del 2010

Prudencial descanso.

Nápoles, unas cuatro funciones de Carmen y descanso hasta finales de 2011, con una única función de Tosca en Les Arts.

Después, 6 funciones en Madrid.
En Palermo, 5 de Carmen en noviembre del 2011.

En fin, que tampoco me parece que esté cantando auténticas burradas, ni que guarde poco tiempo entre funciones.

Otra cosa es la técnica, que aunque aún es mejorable, supera con creces la de aquel Chénier que muchos escuchamos en directo.

Que no habrá un filón (bien largo) de cantantes así o peores, que hacen carrera y son aclamados por teatros delante.