Yllanes escribió:
Messa da Requiem (Verdi). Chicago Symphony Orchestra. Symphony Center. Chicago. 10-XI-2018
Como cualquiera que siga este hilo se puede imaginar, cuando empiezan a anunciarse las temporadas en primavera, yo empiezo a hacer cábalas con posibles viajes. Para alguien que le gusta viajar tanto como a mí, e incluso el juego de optimizar los puntos y millas de aerolíneas y cadenas hoteleras, esto es en sí una jugosa parte de mi afición. Al ir pasando las semanas y conocerse más temporadas, por no hablar de las ligaduras que impone la vida laboral, todos estos planes darán muchas vueltas. O casi todos, porque cada año hay un par de puntos fijos irrenunciables.
Sin duda, este año la oportunidad de ver el Requiem de Verdi dirigido por Riccardo Muti y con su fabulosa orquesta de Chicago era uno de estos puntos fijos. Todavía conmocionado por el resultado, no puedo resistirme a escribir unas líneas, quizá poco coherentes.
Como resumen, el resultado orquestal ha sido totalmente espectacular. Como punto de referencia sencillo, claramente por encima de su galardonado disco de 2009 con la misma orquesta, con más pasión y detalle. El nivel del coro preparado por Duain Wolfe, ha sido superlativo, con una precisión y matiz que pocas veces he visto. Incluso en el energético «Dies irae» hubo lugar para la sutileza y la transmisión de un amplio abanico de emociones. Por cierto, que había un bajo por ahí metido que nos podría venir bien para el Mefistofele del Met.
Con un cuarteto vocal un poco superior estaríamos hablando de algo histórico. Pero las voces son las que son y, con todo, sacaron la tarea. En contra de la tónica habitual, los solistas masculinos estuvieron por encima de las mujeres. Daniella Barcelona, con bastantesarmas pero un vibrato que se le iba de las manos, sobre todo en su primera intervención. Después lo metió en vereda y estuvo bien en sus dúos con la soprano, aunque en el «Lux aeterna» volvió a asomar. Vittoria Yeo, cantando bien y siguiendo las meticulosas direcciones de Muti, pero falta de pasta para el papel (algo que fue bastante claro en el «Libera me»).
Piotr Beczala ha estado bastante bien. Aunque tiene algunas carencias, es un cantante que responde bien al aspecto más poético de la obra. Muy efectivo en el «Hostias». Belosselskiy-, en su línea, pero suena a bajo y aporta la solemnidad requerida (o más de la requerida, un poco más de emoción no habría sobrado).
Por supuesto, los cuatro solistas concertados a la perfección, entre ellos y en sintonía con el coro y la orquesta, que permitieron a Muti hacer todo tipo de virguerías. Pero siempre sin perder de vista la progresión dramática de la pieza y los momentos en los que nos da un pequeño respiro entre tanto sobrecogimiento.
Más vueltas le tengo que dar a la función, pero de momento queda esto.
Muchas gracias por las crónicas y anécdotas.
Es claro que el público asistente para bien o para mal, siempre se reparte entre un porcentaje que va realmente interesado al tema y otro que es mero comparsa de circunstancia, que se convierte en un estorbo para el resto.
Saludos.