Aguanté como un jabato hasta el final de Agrippina, aunque me costó mucho no marcharme tras la primera parte. Me aburrí mucho, aunque lo que más me gustó de la obra estuvo, precisamente, en la segnda parte.
Aparte de mis problemas "intrínsecos" con este tipo de repertorio (esas sucesiones interminables de arias alternadas por recitativos en la que uno no sabe si la octava es la misma que la tercera o la vigésimo primera como la decimocuarta), hoy día, además, se me hace especialmente cuesta arriba.
En primer lugar, la proliferación de contratenores (voz que me causa sarpulllidos auditivos) y sobretodo las minivoces, microvoces o lilliputienses canoros. En segundo lugar, la manía de interpretar este repertorio en teatros grandes. Esto es para teatros de 700 localidades como mucho. La Zarzuela ya sería algo grande, pero teniéndolo en Madrid, sería el teatrto adecuado para este repertorio (pero sin quitar más zarzuela eh? que bastante poca ponen
)
Ayer sólo pudo escucharse una voz que podía calificarse de ópera: Anna Hallenberg. La voz, sin ser bella ni especialmente mórbida, corre, tiene su carne en el centro y si bien el agudo está tasado, la agilidad es correcta y dice con autoridad e intención los recitativos.
Lo demás, de vómito como diría Cobo. Dos contratenores anémicos, sin color, ni timbre ni ná, monótonos hasta la extenuación, insufribles. Una Sra. Invernizzi con mucho prestigio en este repertorio, voz enana, opaca y toda atrás, emisión tipo "atargea" y proyección tipo "cuello de camisa". Para qué hablar de los barítonos, un auténtico museo de los horrores.
La orquesta sonó muy bien, limpia, trasparente, refinada e incluso, sobretodo enla segunda parte, con cierto pulso.
Me imagino que con Horne o Ferrier como Ottone, Sills, Popp o Sutherland en los papeles femeniinos y Ramey como voz grave, la obra me hubiera gustado mucho más.
Por cierto que la desbandada tras la primera parte fué importante. Más que los días que yo ví Lulú
Yo lo siento, pero si me fui en la primera parte. Lo siento por Haendel, fue un día malo para mi, y al no engancharme la primera parte no pude aguantar más. Por cierto el papel de Emperador, me pareció horrible, para echarle del teatro.