“La Traviata”
Royal Opera House – 2009-06-27
Como siempre, y antes de nada, recordar que estas son las opiniones de un mero aficionado.
Elenco
Conductor - Antonio Pappano
Violetta - Renée Fleming
Alfredo Germont - Joseph Calleja
Giorgio Germont- Thomas Hampson
Baron Douphol - Eddie Wade
Doctor Grenvil - Richard Wiegold
Flora - Monika-Evelin Liiv
Marquis D'Obigny - Kostas Smoriginas
Gastone - Haoyin Xue
Annina - Sarah Pring
Servant - Jonathan Coad
Giuseppe - Neil Gillespie
Mensajero - Charbel Mattar
Director - Richard Eyre
Designs - Bob Crowley
Director of Movement - Jane Gibson
Lighting - Jean Kalman
[u] Orquesta – Antonio Pappano
Al margen del enorme nivel al que están todos los maestros de esta formación, es evidente la enorme la comunión entre ellos y su director. No se puede cambiar de registro en tan sólo una semana, y pasar de Berg a Verdi con esta maestría.
Pappano marcó los cambios de tempo de forma magistral durante toda la representación, un primer acto potente y con mucho brío, sobre todo el prologo que precede al
“Brindisi” o la vuelta de todos los comensales en el primer acto
“Si ridesta in ciel l'aurora” llevando al coro en volandas.
Segundo acto acompañando de forma magistral hasta llegar a la fiesta española donde cobra protagonismo junto con los coros de gitanas y toreros hasta cerrar el acto con un apasionante concertante.
Sobrecogedores los violines principales en el
“Preludio” del tercer acto, perecían llorar lamentándose por el fatal desenlace. Asombroso como gana intensidad la orquesta en el reencuentro de los dos amantes en el tercer acto.
Magníficos.
Coro
La Obra se presta, pero posiblemente haya sido la actuación de este coro más homogénea que he escuchado, voces femeninas y masculinas como un todo asombroso, desde el potente y magnífico
“Brindisi” , pasando por el matizado y creciente
“Si ridesta in ciel l'aurora” del primer acto, hasta la alegre fiesta española del segundo acto, donde la sección femenina acompaña deliciosamente
“Noi siamo zingarelle” la coreografía de bailaoras subidas sobre la mesa de juego central del casino. Tras ellas suben los toreros sobre la misma mesa para coreografiar
“Di Madride noi siam matador” . Inmenso cierre de fiesta del segundo acto, tremendos.
Majestuosos.
Violetta - Renée Fleming
Solo había visto a esta americana una vez antes y en recital, y lo primero que diré tras esta Traviata, es que es una Inmensa actriz. Se hizo con el escenario entero en todas y cada una de las escenas, sola o acompañada, de fiesta o sufriendo de amor o enfermedad.
Quizás en el
“Brindisi” inicial y en el primer dúo con Alfredo
“Croce e delizia al cor” , brillara vocalmente más Calleja.
“È strano!” fue un derroche de actuación, trasmitiendo miedo, angustia y sobre todo confusión, para dar paso a un
“Sempre libera” situada casi fuera del escenario y dándonos la espalda mientras abre las puertas de la sala y juega airadamente con las fichas de casino entre sus dedos. En esta aria es donde se comprueba de que pasta está hecha esta soprano, y por qué es y será de las grandes; estoy seguro que las pasa canutas para poder desarrollar este aria como lo hace, pero con esa técnica y ese enorme corazón y valentía, el aria rezuma agresividad y altanería, a la vez que delicadeza y ternura, eso sí, sin sobreagudo (ahíiii Callas).
Terminó el aria enfrentada al público en la boca de la escena y recibiendo la ovación unánime del teatro para cerrar el primer acto.
Escenas de alto valor teatral las de esta actriz durante los diálogos con el despiadado Germont en el segundo acto, y sin duda, momento en el que la carga dramática de la que esta soprano es capaz hace su aparición, impresionante en el primer dúo
“Pura siccome un angelo” , con que rabia canta la primera parte y la sensibilidad y angustia de la segunda parte, casi se ahoga en los graves, maravillosa. Igual el segundo dúo
“Morrò! la mia memoria” ya convencida de abandonar a su amado y protector, sometida y melancólica.
De igual forma los lamentos en el momento de dejar a Alfredo te encojen el corazón
“Amami, Alfredo, quant'io t'amo” que pena, por Dios que mujer, que dramatismo.
Ya en el tercer acto, de nuevo Fleming demostró su escuela interpretativa durante la lectura de la carta de Alfredo, durante un
“Addio, del passato bei sogni ridenti” de hacer saltar las lágrimas y durante la escena en la que el carnaval ronda su casa, simplemente deambulando por la enorme habitación totalmente desorientada y fuera de si con un camisón blanco, para cerrar la función con un dúo con su amado Alfredo
“Gran Dio! morir sì giovane” emocionante y dramático hasta decir basta.
En la Violeta de las escenas dolientes no creo que Fleming tenga paragón hoy en día.
Esta si es del Olimpo.
Alfredo Germont - Joseph Calleja
He de decir para empezar, que me he llevado una enorme y muy grata sorpresa con este tenor de la Isla de Malta al que nunca había tenido el placer de escuchar en el teatro y del que tan mal había oído hablar. Tanto es así, que posiblemente sea el mejor Alfredo que he visto en teatro hasta la fecha, compitiendo con Kaufmann, Bros, Castronovo y Dvorsky.
Es uno de los timbres más bonitos que he oído nunca, romántico y dramático hasta la médula, posee un fraseo elegante, una técnica envidiable, volumen de los que llenan el teatro sin esfuerzo y con una emisión limpia y natural, fiato mucho más que aceptable y una voz perfectamente colocada a pesar de su enorme, y en mi opinión, disfrutable vibrato.
Su canto fue increíblemente regular durante toda la representación, y pudimos disfrutar de todas estas virtudes desde las primeras notas de
“Libiam nè lieti calici” y en un maravilloso
“Croce e delizia al cor” , tanto en el dúo en escenario, como fuera de él durante el
“Sempre libera” . Abre el segundo acto con un
“Lunge da lei...” con un gusto y un sentimiento exquisito, incluido su vibrato, y con un
“O mio rimorso!” de verdadera bravura como esta aria exige. Cerró su actuación con los dúos del tercer acto
“Parigi...” y
“Gran Dio! morir sì giovane” de nuevo brillando junto a Fleming.
Su actuación como atormentado enamorado fue mejorando con el paso de las escenas, a medida que su personaje se va crispando. Empezó algo anodino en el primer acto, pero en el segundo las acaloradas discusiones con su padre que dan con los huesos de este grandullón en el suelo y sus arrebatos en el casino lanzando desenfrenado un puñado de fichas de juego a Violeta, dieron gran dramatismo a la escena.
Alfredo Germont, sin duda.
Giorgio Germont - Thomas Hampson
Pues que voy a decir,.... otra grata sorpresa no esperada por todo lo leído anteriormente.
Una muy buena encarnación de papa Germont, tanto en lo vocal, como en el aspecto actoral. No le hacía con tanta presencia a este barítono, es como un armario de tres cuerpos, pero con buena planta. Vocalmente muy, muy potente, y en mi opinión, para años.
Tras sus primeras notas en
“Pura siccome un angelo” , hasta parece una buena idea abandonar a Alfredo, precioso, contundente y convincente, en todos los sentidos.
Sorprendentemente ágil en el segundo dúo
“Morrò! la mia memoria”
Evocadora y romántica
“Di Provenza il mar” , muy grande, cerrando la escena con su hijo por los suelos.
Excelente.
Annina - Sarah Pring
Por algún extraño motivo no recordaba yo a esta mezzo, ex-soprano surgida en Glyndebourne , en el mismo papel y mismo foro hace un año y medio. Me gustaría poder verla en algún papel algo más extenso porque merece la pena, tiene calidad y potencia.
Muy bien.
Puesta en escena.
Es la cuarta vez que veo esta clásica producción del señor Eyre, y cada vez me gusta más.
La obertura del primer acto comienza con la proyección de fotos de la niñez de Violeta sobre una cortina de gasa. Tras esto, y para el primer acto se da paso a un espectacular salón de madera con unos suelos increíbles de marquetería. Flanqueando al salón quedan dos escaleras, por donde van apareciendo todos los invitados a la fiesta. Para el segundo acto, una sencilla habitación como morada de Alfredo, con una iluminación natural muy conseguida, y como no, de nuevo y como segunda plataforma de este segundo acto, un suntuoso casino, con una mesa de juego central restallando en verde contra un precioso rojo tierra para el resto. Sobre esta mesa discurren las coreografías de la fiesta española, por cierto, especial mención a los cuerpos de baile. El tercer acto se desarrolla en una habitación prácticamente diáfana a excepción de dos pequeñas camas y un inmenso espejo cubierto.
Creo sinceramente que la mitad del encanto y del éxito de esta lujosa producción se basa en la fantástica iluminación del señor Jean Kalman.
Fantástica.
Conjunto de la función.
Opera en estado puro.
De verdad creo, que en la función de ayer pocas cosas son mejorables.
Viva Verdi !!!!!!!!!!!!!!.
Por cierto, un día van a herir seriamente a alguien con una de esas muestras de gratitud en forma de ramo de flores a 200 km por hora que se lanzan desde el patio de butacas, uno de ellas pasó rozando la cabeza de Fleming como si quisieran matarla en vez de agasajarla, ¿sería Netrebko disfrazada de japonés enajenado?.
Pictures.
Audio.
(
(Si alguien quiere la grabación completa solo tiene que silbar) )
Bueno, me despido……un saludito………y nos vemos para
Il barbiere di Siviglia , el 4 de Julio.