Aunque con unos días de retraso por motivos profesionales, aquí va la crónica de la función de
Ulisse del sábado 25.
Nada que añadir a todo lo que se ha dicho ya acerca del lujo que supone tener en el "no–foso" a
Christie y
Les Arts Florissants; se había eliminado la separación entre la orquesta y el público, y yo, en la fila 1 del patio de butacas, tenía justo ante mí a los dos violines y la viola. Una de las violinistas, Nadja Zwiener, toca también con "Le Concert d'Astrée"; de hecho la había escuchado con la danzante Haïm –me encanta escucharla y me enerva verla– en un programa de cantatas italianas de Haendel, y Zwiener me pareció de un virtuosismo espectacular. Bueno, pues aquí estaba con Christie. Pero vamos a los cantantes.
Disiento en la sensación de espanto que causa
Kobie van Rensburg a otros foreros. Quizás con las impresiones que había leído en otros post, iba un poco a la expectativa. No me disgustó en absoluto; sólo percibí un cierto amago de gallo en uno de los dúos, y tampoco me pareció tan frío.
Christine Rice es sencillamente maravillosa, en lo vocal y en lo escénico. Es, literalmente, Penélope reencarnada. No puede extraer más registros del personaje. Constantemente en estilo, expresiva, y explotando al máximo el sentido del texto, con un timbre bellísimo. Y era una delicia ver de tan cerca las expresiones de su cara, que respondían a todas las emociones del personaje, que tan bien reflejan el texto y la música.
No había visto en teatro a
Cyril Auvity, aunque sí lo conocía de grabaciones. Un Telémaco 100% creíble, con un aspecto jovencísimo muy apropiado para el personaje, aunque en algunos momentos lo encontré un poco forzado de volumen.
Fabulosos
Hanna Bayodi–Hirt y
Ed Lyon como Melanto y Eurímaco, en los preciosos dúos de estos personajes. Además, Hanna Bayodi hizo la parte de Fortuna en el precioso prólogo, y Ed Lyon fue un Júpiter de gran presencia en todos los sentidos.
Luigi De Donato, excelente como El Tiempo y sencillamente GRANDIOSO como Neptuno. Me encanta el oscurísimo color vocal de este bajo. Sí, me encanta.
Otra triunfadora de la noche fue la soprano maltesa
Claire Debono, como Amor y, sobre todo, en su encarnación de Minerva. Estupenda escénicamente, era verosímil como pastorcillo flautero y saltarín y como diosa. Una voz de bonito timbre que, por momentos, forzaba el volumen.
Robert Burt, tocayo de nuestro forero Iro, fue… atómico. Qué tablas, de verdad, todo un personaje, y nunca mejor dicho. Creo que se cumplió a la perfección la acotación del libreto que define el monólogo de Iro como
parte ridicola. Estupendo de verdad.
Y disiento de aquellos que dijeron que los tres pretendientes resultaron flojos. Tanto
Xavier Sabata como
Juan Sancho son cantantes habituados a hacer Barroco, y se nota mucho.
Umberto Chiummo, con un timbre muy bonito, completaba un trío en el que se reconocía la individualidad de cada voz, pero sin dejar de lado un empaste perfecto en los momentos que era preciso. Se nota que son intérpretes con mucho rodaje cantando madrigales, algo que también está muy presente en las óperas monteverdianas, claro. Y escénicamente, para matrícula: nunca hubo pretendientes de Penélope más untuosamente cortesanos.
Estupendo
Joseph Cornwell, todo un clásico en las grabaciones de Barroco inglés del XVII, 100% convincente
Marina Rodríguez–Cusí como la nodriza Ericlea, y FANTÁSTICO
Terry Wey como La Fragilidad Humana. Quien no colmó mis expectativas fue la Juno de
Sonya Yoncheva; puede que no tuviese su noche, pero no me pareció que sea éste su mejor papel.
No me molesta en absoluto el consciente anacronismo en el vestuario ¿Y la escena? Pues a pesar de los palos a Pizzi, me gustó. Sin el fasto cortesano del Palazzo del Te de Mantua que pudo verse en
L'Orfeo de la pasada temporada –aunque sí había un guiño, con uno de los paños de pared del palacio en la escena de los pretendientes y Ulises con el arco–, fue sencilla, pero efectiva. Pocos elementos, pero bien traídos, y con una iluminación muy bien hecha. Como en
L'Orfeo, de nuevo un barco con ruedas ¿es un tic ó una particular obsesión de Pizzi? El año que viene en
L'incoronazione di Poppea sospecho que también habrá barco, ya que a Ottavia se la destierra en una embarcación a la deriva…
Para acabar el cronicón: equilibrio a todos los niveles, en una representación redonda
(Sí, ya lo sé, adoro la música de Monteverdi, pero es que las verdades hay que decirlas ¿no?).