Pues sí, maravillosa tarde de ópera. Cuando salí en el descanso despues del primer acto flotaba, lo mismo que me pasa en las grandes noches. Me acordé de el porqué de tanto revuelo con el famoso Tristan de Baremboin en el Real. Es difícil, muuuuy difícil hacerlo mejor. Distinto sí, pero no mejor.
Yo disiento con Tucker con respecto a Holl. No sé si fué que no me esperaba nada de él, pero su voz me sorprendió y para bien. De verdad que no creo que Pape séa más "voz de bajo" que Holl. Como intérprete sí, aquel le da varias vueltas.
Sorpresa con Muller-Brachmann que, al parecer, es actuálmente un cantante bastante cotizado. Voz fea de narices y con estrechamientos y ennarigamientos varios por arriba. Histriónico, eso sí; eléctrico y zarandeador intérprete. No es poco.
Respecto a la diatriba Meier-Domingo, decir que si -para algunos por lo que leo- el madrileño tuvo problemas vocales, lo de la Meier entonces fué una montaña (de ellos).
A mí me da igual flipé con los dos. Con sus enormes y distintas virtudes. Gracias, de verdad, gracias.
Sorpresa también con el teatro: enano. (Pero maravillooooooooooso)
Y ahora me da una pereza ir al Tannhauser madrileño.