Guadalajara, Jalisco, México. Febrero 7.
No tenía intención de escribir algo(no por falta de ganas, sino de conocimientos), pero ya que antxi me lo pidió, lo intentaré, cúlpenla a ella por cualquier desaguisado.
Tengo dos opciones: valerme del hilo del idiota sobre expresiones a usar para que parezca que sabe uno de ópera, o bien centrarme en las circunstancias que rodeaban al concierto y que lo hicieron peculiar.
Optaré por la primera. El timbre de Juan Diego es claramente azul cielo, aunque al llegar a las coloraturas adquiría unos matices color mango que lo hacían comestible, fresco, delicioso...uff, esto es un desastre, intentemos con la segunda opción.
Explico el título primero, lo saqué de un encabezado de un diario el día siguiente, y lo copié no por falta de imaginación (o no sólo por ello), sino porque creo que describe perfectamente lo que pasó.
Y es aquí donde paso a exponer las circunstancias del recital. Parecerán surrealistas algunas de las cosas que pondré, pero en realidad son tan sólo tercermundistas.
México tiene su historia operística, cualquier operómano(u operópata, como dice alguien por aquí) conoce de las presentaciones de la Callas por estas tierras. No tantos pero algunos sabrán que por aquí pasaron en su momento Caruso, Schwarzkopf, Siepi, Horne y un largo etcétera. Teníamos extensas temporadas de ópera con los grandes cantantes a nivel mundial. Bien, eso hace tiempo dejó de ser así. Sí, por alguna razón seguimos produciendo buenas voces, pero generalmente tienen que irse del país si quieren dedicarse a la lírica. Y si en el D.F., con sus 20 millones de habitantes, tenemos que estar mendigando por 4 o 5 producciones modestas al año, las cosas en otras ciudades son dramáticamente peores, estamos fuera del panorama, nos quedamos en el tiempo . Por ejemplo, la Fleming tuvo que cancelar el año pasado un concierto en el mismo lugar donde se presentó Juan Diego por baja venta de boletos (por suerte no canceló el del D.F. o me hubiese mudado de país o dedicado plenamente a la cumbia, una de dos). Otro ejemplo más contundente de este atraso:
la noche anterior se había llevado a cabo en la ciudad una "Gala Wagner", ¿pueden creerlo?
Ok, la broma es muy mala, lo que quise decir es que se llevó a cabo después de 100 (!!) años que no se interpretaba a Wagner en Guadalajara.
A lo que voy: todo esto es para explicar que,aunque no se crea, gran parte de la audiencia no conocía a Juan Diego. No me atrevo a decir que la mayoría ya que me consta que muchos de los presentes viajamos desde distintas partes del país e incluso de fuera (peruanos sobre todo, algunos de los cuales llevaban sus banderas como si fuesen a un partido de futbol) para verlo.
Se tuvo que hacer una campaña fuerte de promoción para que no se repitiera lo de Doña Renée, una campaña bastante burda que consistía básicamente en decir que Pavarotti consideró a Flórez como su sucesor y que Domingo lo nombró el tenor ligero más grande de todos los tiempos. Faltó algo de Carreras para completar el "sello de garantía three tenors". Igual la mercadotecnia dio frutos y hubo una muy buena entrada(se habla de entre 4 y 5mil espectadores).
Si sigo con este ritmo no acabo nunca y no me lee nadie, ni antxi, lleguemos al recital pues.
Circunstancias negativas:
Se llevó a cabo no en un teatro de ópera (que hay uno muy bonito en la ciudad, el
Degollado) sino en un auditorio inmenso, que por tanto exigía sonorización.Este:
(fotos del concierto no tengo, pero en una semana es muy probable que en la revista mexicana de ópera salgan algunas, ya las pondré)
Ya veo las sonrisas sarcásticas reflejando un "triunfó ante un público ignorante y usando micrófonos", a lo que si acaso puedo intentar oponer que…este…quizás…digamos…que enfrentarse a nuevo público no es cosa fácil.
El periodo de ensayos fue muy corto, JDF llegó a la ciudad el día anterior. Afortunadamente el director era alguien de todas sus confianzas, Christopher Franklin. La verdad es que hubo momentos, sobre todo en la segunda parte, en que la orquesta rozó el desastre, pero en líneas generales fueron bien dirigidos...o cuando menos controlados.
Sólo hubo otro "pero", que lo comentaré más adelante, ahora paso a la primera parte del concierto.
La parte que podría llamarse "bel canto spectacular", no porque se haya ceñido a piezas de ese disco sino porque si tengo que definir en una palabra a JDF sería sin duda "espectacular".
Interpretó (me ahorro las oberturas coñazo) "si, ritrorvarla io giuro", la furtiva y , claro, su circense e increíble pieza de la fille DO regiment.
Para uno que tiene la estúpida manía de ponerse nervioso en lugar de los cantantes ("uy, este no llega", "va a gallear seguro") ver a este hombre es toda una revelación, aquí no hay sufrimientos ni nervio, todo es gozar, desde la primera nota sabes que estará todo en su sitio y que lo único que tienes que hacer es dejarte de gilipolleces(en México no se usa esta palabra, pero siempre tuve ganas de hacerlo y este era un buen momento
) y disfrutar.
El público está sorpendido, tanto los que no lo conocían, como los que sí. Ese último Do se nos quedará clavado a muchos en la memoria por siempre(o hasta que nos dé alzheimer, en su defecto). Palmas, gritos, y algunos cuantos gatos que nos paramos.
Intermedio. Hay tanto estupor por lo vivido como un cierto desánimo por lo que viene, que es el último "pero" del que hablaba. Y es que ya no hay en el programa más ópera, sólo canciones populares latinoamericanas. No sé si el resto del público había sido también aterrorizado en su infancia por los discos de música popular de cierto tenor cuyo nombre no diré para que no se enoje Pa-pa-ge-na
(lo siento, lo siento, de verdad que lo respeto profundamente y admiro por muchas cosas que ha hecho tanto fuera como dentro de los escenarios, pero no puedo con él cuando canta repertorio popular), o bien es que para las pocas veces que tenemos un cantante de esta magnitud, se hubiese querido que interpretara más ópera. Estamos , por si fuera poco, en el estado de Jalisco, cuna, además del tequila, del mariachi, por lo que el repertorio que viene se conoce al dedillo y se ha escuchado infinidad de veces.
Sin embargo, los resquemores desaparecerán pronto. Y es que se da una circunstancia que cambia todo: a Juan Diego se le ve disfrutar tremendamente cuando interpreta este repertorio (no digo que no disfrute el otro, pero este lo hace de manera especial), y un artista que disfruta (y lo hace bien, claro, no es que disfrute haciéndole al chorras) es algo digno de verse.
"Aquellos ojos verdes", "el día que me quieras", "júrame" y el público en el bolsillo. Falta, sin embargo, la apoteosis. La última pieza del programa está titulada como "Medley latinoamericano", sin más detalles. Los que conocemos el "Sentimiento latino" nos sospechamos que ahí vendrá "México, lindo y querido", otros pronostican un "Ay Jalisco no te rajes". Viene la segunda, junto con otras 3 o 4 piezas( desde "alma llanera" a alguna de Juan Gabriel).
A partir de aquí pondrá a todo el auditorio de pie con cada cosa que cante. Y es que se vienen también las propinas. Desde antes algunos peruanos pedían/exigían "la flor de la canela"...pero no, JDF, que sigue contento, que se da tiempo para hablar con el público, responder a los gritos
(-eres grande Juan Diego.
-de eso habría que agradecerle a mi mamá...bueno no.)
anuncia "una canción de un compositor mexicano sobre una ciudad española". Al terminarla ,sale un guitarrista y , visiblemente emocionado, Flórez anuncia una canción "que es como el segundo himno de Perú"…
Se oyen las primeras notas del tercer encore : "la donna é mobile", lo cual me hace sonreir no sólo por la pieza sino porque me he ganado una cena.
Pues ya está, el público vuelto loco, los peruanos tuvieron su canción, los que querían más ópera tuvieron más ópera, podemos irnos todos felices...bueno, pero sigamos aplaudiendo coño. Ah mira, ahí viene el director de vuelta y se apresta para darnos lata con alguna obertura para que dejemos de aplaudir.
Eso, que ya estaba por iniciar la orquesta cuando salió Juan Diego otra vez y les hizo cambiar de partituras. "Ya no tenemos nada más preparado, pero podemos hacer de nuevo el Medley". Y eso hizo, repitió el popurrí con sus 5 piezas!!Esta vez con las palmas del público ayudando a la orquesta y muchos gritos de mariachis improvisados cuando llegó el turno de "Ay Jalisco no te rajes".
Ignoro si esto es el inicio de un resurgimiento de la ópera en estos lares, muy probablemente no será así y esto fue sólo un oasis, pero lo que es seguro es que Juan Diego conquistó al público de Guadalajara y que la próxima vez que vaya ya no tendrán que anunciarlo como el sucesor de nadie . Y a los que ya nos tenía ganados desde antes, pues a ponerlo todavía en un pedestal más alto.
Vaya ladrillazo me salió
, creo que es la última vez que alguien me pide una crónica.