Qué cómodo resulta esperar a que MarttiT escriba la crónica para poner un +1.
Realmente, salí encantada. Una ópera preciosa, en la que cada personaje va definido por el sonido de un grupo de instrumentos, con unas partes orquestales extraordinarias (el final es bellísimo), unos cantantes que ayer se dejaron la piel (para mi a destacar el papel de la señora Mack, cuya "visión" me dejó temblando), una música distinta, si, pero perfectamente asequible, y una puesta en escena sencillíma y eficaz.
La directora Gloria Isabel Ramos fantástica, verla era un espectáculo en si misma, parecía que danzaba, dio todas las entradas, cantó todos los papeles...
Ojalá esto tenga continuidad en el Arriaga (y, por qué no, en el Euskalduna). Y ojálá podais pronto disfrutar de esta preciosidad.