La Valquiria (versión concierto) - Coruña (Palacio de la Ópera) 25-X-08
Orquesta Sinfónica de Galicia
Víctor Pablo Pérez director
Siegmund- John Treleaven
Siegliende -Anja Kampe
Hunding- Attila Jun
Wotan- Juha Uusitalo
Fricka- Elena Zaremba
Brunilda Jennifer Wilson
Gerhilde- Sandra Ferrández
Ortlinde- Laura Alonso
Waltraute -Pilar Vázquez
Schwertleite -Teresa Novoa
Helmwige- Raquel Lojendio
Siegrune -María José Suárez
Grimgerde -Manuela Bress
Rossweisse- Francisca Beaumont
Un concierto de menos a más. Así, al menos, es como yo lo veo. El primer acto estuvo un tanto frío: no tanto por las voces como por la orquesta. Sin desmerecer un ápice la calidad técnica (¡menudo orquestón!), eché de menos el impulso pasional de este primer acto. Encontré la versión de Victor Pablo un tanto fría, como decía. En cuanto a los intérpretes en este primer acto Anja Kampe (Siegliende) estuvo soberbia. Un volumen vocal alucinante (tenía para la gigantesca orquesta y más), una bonita voz y una gran calidez tanto el recibimiento de Siegmund y como en el dúo del final de acto. El único 'pero' que se le puede poner es un agudo incontrolado en escasas ocasiones. Attila Jun cantó un Hunding creible: tanto en lo vocal (poderosos graves) como en lo escénico (dentro de lo que cabe en una versión de concierto). Sólo se le puede exigir una mejora de la pronunciación de algunas palabras. El punto negro del acto fue John Treleaven. Este Siegmund tiene voz para cantar el personaje pero no es consistente: a veces parece escapársele. No acaba de redondear algunas frases claves. Cuando hace falta... sí que se sube al agudo... pero no acaba de convencer. Y en ocasiones tiene algún problema para hacerse esuchar. No entiendo cómo puede estar cantando Siegfried y Tristán si no es capaz de clavar un papel como éste.
Pero comienza el acto II y entran en escena Wotan y Brunhilde. Jennifer Wilson nos regala una entrada impresionante, de gran poderío. A lo largo del acto tendrá oportunidad de enseñarnos que no sólo sabe sobresalir por encima de esa orquesta en la difícil entrada, sino que también puede ser delicada cuando escucha el monólogo del padre o cuando anuncia la muerte a Siegmund. En una tesitura media (en contadas ocasiones) parece no oirsela... pero quiero creer que es más por tener la orquesta justo a su espalda más que por otra cosa. Eso sí: apoya los agudos más exigentes con un cierto salto que, ójala, pudiese evitar. Agradecer, sin embargo, que fue la cantante que mayor empeño puso en interpretar algo su personaje (lo cual se agradece siempre en una versión de concierto). Por su parte Juha Uusitalo, que recibe alegre a la Valquiria, nos deleita con un monólogo alucinante. Bien cantado de principio a fin pero, sobre todo, bien dicho. Este hombre comprende el personaje y, además de tener una voz grandiosa, sabe transmitir los problemas del dios. En frente, una Elena Zaremba compone una Fricka muy convincente en cuanto a presencia escénica pero no tanto en lo vocal. Sí, tiene un color muy adecuado al personaje, lo canta bien... pero tiene un vibrato bastante incontrolado que afea el resultado final. Una pena. El resto de los personajes repite la actuación del primer acto. Hunding y Sieglinde todavía mejor, Siegmund aún peor. La mejora llega del foso (en este caso del mismo escenario) porque Victor Pablo nos regala una versión animada de este acto. Atento a los detalles del monólogo pero ligero (y sin embargo más profundo) en el resto. La orquesta se crece y la música coge vuelo.
Finalmente, el acto III comienza con una cabalgada de tiempo bastante ligero, sin estridencias, incluso conteniendo algunas dinámicas. Entre las valquirias un poco de todo: un par de ellas no se hacían oir apenas, alguna otra demasiado. El conjunto, eso sí, bastante satisfactorio. Sieglinde nos deleita con su última intervención: arrolladora, desgarrada... impresionante. Tras la marcha de ésta y de las Valquirias llega el gran momento de la noche. El dúo padre hija me dejó con la boca abierta: Jennifer Wilson cantó con inteligencia, sin exagerar, vocalmente muy sólida. Llegó a reservarse en algún pasaje y creo que más por propia elección que por necesidad: muy probablemente sea una Valquiria que aguante una tetralogía completa a nivel parecido. Pero, sobre todo, fue la actuación de Juha Uusitalo la que me alucinó: ¡qué forma de reprender a la Valquiria al principio! pero, también, ¡qué forma de sentir la despedida de su hija predilecta! Nos regaló una transformación ejemplar y un monólogo de despedida creible, susurrado en ocasiones y emocionante de principio a fin. Si a esto añadimos que, finalmente, Victor Pablo arropó a los solistas como se debe, obtenemos un acto tercero fantástico. En resumen, un sobresaliente para Sieglinde y Wotan, notable para Brunhilde, Hunding, orquesta y dirección, bien para Fricka y valquirias, aprobado (generoso) para Siegmund.
Cinco horas después abandonamos el teatro las dos terceras partes de los asistentes (el tercio restante fue desapareciendo paulatinamente a lo largo del concierto). Cansado (no puedo negarlo) pero muy, muy, muy satisfecho. Era mi primera Valquiria en directo: la primera ópera que escuché en mi vida, y la razón por la que seguí escuchando ópera. Wagner demanda mucho. Pero la recompensa (cuando se interpreta bien) es mucho más grande.